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El café de Ocata
Cuando Svetlana Alexievitch resume la experiencia de creación del "homo sovieticus", llega a esta conclusión: "Nadie nos enseñó la libertad. Nos enseñaron solamente a morir por ella" (El fin del hombre rojo). Y leyendo a esta mujer pensé que la Biblia le da más dignidad al hombre porque, si bien lo considera hecho de barro, ese barro no es cualquier fango, sino el barro del Paraíso. Eso significa que siempre hay en él algo que salvar. El experimento social de creación del hombre soviético iba justo en la dirección contraria: el hombre viejo era algo a superar.
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El café de Ocata
Voy al médico. Me han recomendado una técnica para mis acúfenos que puede dar resultado y como estoy hasta la coronilla de vivir entre sonidos que no controlo, me presento en la consulta a ver qué. La doctora que me recibe es argentina. Yo he venido por mis acúfenos. ¿Por qué hablan tanto los argentinos? ¿Por qué dan por supuesto que te vas a encontrar cómodo en la inmersión en una proximidad de colegas? Comenzamos mal. Pero yo he venido por mis acúfenos. La doctora me comienza a hablar de emociones. Seguimos mal. Me dice que cada emoción está relacionada con un órgano del cuerpo. Le digo que yo no tengo tanta versatilidad emocional. Me mira sorprendida. Le preguntó por qué está tan segura de que las emociones tienen efectos somáticos. Me contesta que ya era sabido por la medicina antigua. Seguimos mal. Pero yo he venido por mis acúfenos. Yo creo más bien, le digo, que son los trastornos corporales los que te producen emociones. Bueno, es lo mismo, me contesta ella. Me sorprende que a una médico las causas y los efectos le parezcan intercambiables. Pero yo he venido por mis acúfenos. Me pregunta a qué me dedico. Le digo que soy filósofo. Ah, entonces no voy a discutir con usted, me suelta. Después de una hora de conversación bastante surrealista en la que entre otras cosas la doctora me asegura que todos los hombres vemos en nuestras mujeres a nuestra madre, me dice que me hacen falta 30 sesiones y que el total son 1.800 euros. Después me hará una evaluación y quizás necesite otras 30, porque lo mío es un trastorno idiosincrático, me dice. Pero dispone de una financiera que me puede ayudar. Yo había ido por mis acúfenos.
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El café de Ocata
Joh. Amos Comenii
Orbis Sensualium Pictus. Hoc est Omnium Principalium in Mundo Rerum, et in Vita Actionum, Pictura & Nomenclatura. Joh. Amos Comenius's
Visible World, or, A Nomenclature, and Pictures of All the Chief Things That are in the World, and of Men's Employments Therein ... Translated into English by Charles Hoole (New York: T. & J. Swords, 1810), pp. 139-140 (click on image to enlarge):

De
Laudator Temporis Acti
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14:50
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El café de Ocata
Si ustedes disfrutaran de la amistad de Betty Minc podrían decir que han leído un libro grande y triste: "La Fin de l'homme rouge", de Svetlana Alexievitch, y preguntarse qué demonios hemos entendido por libertad.
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El café de Ocata
Ayer estuve hablando de Erasmo en La Central (y de filosofía micrológica, de guerras filológicas y de que el humanismo no es suficiente). Para hacer más llevadera la hora y media, les regalé a los presentes un pequeño diccionario erasmiano que ahora les regalo con satisfacción a todos ustedes.
- Adán: “En Adán todos nacemos sin nobleza” (Enquiridión)
- Alma: “El alma de un hombre no está donde vive, sino donde ama” (El galán y la dama)
- Atrocidad: “La atrocidad absoluta: cristianos en guerra contra cristianos. Y a nadie le sorprende, a nadie le indigna” (La guerra atrae a quienes no la han vivido)
- Ciudadano del mundo: “Yo deseo ser un ciudadano del mundo entregado a todos o, mejor aún, extranjero para todos” (Carta a Zuinglio)
- Conocerse a sí mismo: “Nadie presuma tanto de sí mismo que diga conocerse lo suficiente” (Enquiridión)
- Continencia: “En buena parte, la continencia es fruto del deseo de querer ser continente” (El joven y la prostituta)
- Cristianismo: “Lo esencial de nuestra religión es la paz y la unanimidad. Pero estas no pueden alcanzarse sino a condición de que limitemos todo lo posible las definiciones y de que en muchos puntos dejemos a cada cual seguir su criterio” (Carta a J. Carondelet)
- Definición: “Definimos tantas cosas que podrían ser ignoradas o abandonadas a la duda sin perjuicio para nuestra salvación” (Carta a J. Carondelet)
- Erasmo: “Desde la adolescencia me he dedicado a la más selecta literatura antigua y he adquirido, con considerable pérdida de sueño, un modesto conocimiento tanto del griego como del latín. Y he hecho esto buscando no una vana gloria o pueril satisfacción interior, sino respondiendo a un propósito premeditado de adornar, en la medida de mis fuerzas, el templo del Señor con raros tesoros”.
- Escepticismo: “Me agradan tan poco las afirmaciones, que de buena gana tomaría partido con los escépticos en cuanto lo permitiesen la inviolable autoridad de la Santa Escritura y los decretos de la Iglesia” (De libero arbitrio). “Parte de nuestro conocimiento estriba en aceptar que hay algunas cosas que no podemos conocer, y otras muchas en que la incertidumbre es mucho más provechosa que la misma certeza” (Carta a Dorp).
- Esparta: “Dice Marco Tulio (…) ‘Lo último que nos resta es que honremos a esa Esparta que es nuestro lote’ (…) No sólo no la dejaré nunca sino que, aunque ella me deje, seguiré pensando igual.” "Se alude a este proverbio en este verso de Los viajeros de Teócrito: ‘Compite pues en tu sitio y desde ahí canta tu canción’”. (Haz honor a Esparta. La suerte te la otorgó)
- Felicidad: “Consista en que uno sea aquello que quiere ser. Y esto es precisamente el beneficio que ofrece mi querida Filautía: que nadie esté descontento de su propio aspecto, de su propio carácter, de la propia familia, de su propio puesto, de la propia conducta, de su propia patria…” (Elogio de la locura). “¿Es que hay, por los dioses inmortales, alguna clase más feliz de hombres que ésos a los que vulgarmente se llama estúpidos, necios, imbéciles y bobos?” (Elogio de la locura)
- Filosofía: “No consiste en ataviarse con capa y zurrón y dejarse crecer la barba. ¿Qué significa pues? Significa menospreciar lo que el vulgo admira embobado y pensar las cosas en modo muy diferente a como lo hace la mayoría de los hombres” (Para rey o para necio se nace)
- Guerra: “La guerra es dulce para quien no la ha probado” (...). “¿A qué viene que unos seres tan expuestos a las calamidades busquen como si les hiciese falta un mal adicional?” (La guerra atrae a quienes no la han vivido)
- Hombre: “Se trata del único animal nacido exclusivamente para la amistad, que principalmente madura y se refuerza con la ayuda mutua”. (La guerra atrae a quienes no la han vivido)
- Julio II (papa de 1503-1513): “Conserve Julio su gloria belicosa, que se quede con sus victorias, que se quede con sus magníficos triunfos! No le corresponde a alguien como yo definir si son dignos de un príncipe cristiano. Sólo diré que, fuera cual fuese, su gloria estuvo unida a la muerte y al dolor de muchos” (La guerra atrae a quienes no la han vivido)
- Locura: “De mis labios vais a oír un discurso improvisado y poco cuidado, desde luego, pero, por eso mismo, más veraz” (...) “En no reflexionar nada radica la vida más placentera” (Sófocles, Áyax) (Elogio de la locura)
- Monacato: “Monachatus non est pietas” (Enquiridión).
- Morir: “Dígame, eminente señor, si hubiera de morir mañana, ¿preferiría morir como idiota o como sabio?” (El abad y la mujer ilustrada)
- Naturaleza: “Más madrastra que madre en no pocos aspectos” (Elogio de la locura)
- Necio: “El necio sólo conoce los hechos” (Elogio de la locura)
- Oración: “A él le pido que se digne abrir mi espíritu al estudio de las buenas letras” (La formación religiosa de los niños)
- Paz: “Difícilmente existe una paz tan inicua que no sea preferible a la más justa de las guerras” (...) “Gran parte de la paz consiste en querer sinceramente la paz” (Lamentaciones de la Paz)
- Perezoso: “El perezoso quiere y no quiere” (Enquiridión)
- Publicar: “Mi único propósito al publicar todos mis libros ha sido siempre hacer algo útil con mi trabajo y, si no podía lograr eso, al menos no hacer daño” (Carta a Martin Dorp)
- ¿Qué es esto?: “En la Sagrada Escritura no sobra nada, no hay ni una tilde que no sea digna de investigación o estudio. Y también de admiración, y, por tanto, digna de que nos preguntemos: ‘¿qué es esto?’” (Enquiridión)
- Realidad: “La verdadera realidad de las cosas siempre se mantiene profundamente escondida y no se deja aprehender ni fácilmente ni por muchos”. (Los silenos de Alcibíades).
- Respeto: “Nadie se considera a sí mismo poco digno de respeto” (El escarabajo acecha al águila)
- Rey: “… era tan tonto que incluso podría haber llegado a reinar” (Para rey o para necio se nace)
- Sabiduría: “La auténtica sabiduría no estriba solo en consagrarse al conocimiento de la verdad sino también en el gusto y el amor de lo honesto”. (Para rey o para necio se nace)
- Sileno: “En gran parte los hombres representan un sileno invertido. Alguien que examine en profundidad la esencia y la naturaleza de las cosas descubrirá que nadie está más lejos de la verdadera sabiduría que esos hombres que con títulos magníficos, con capelos de supersabios, con espléndidos cíngulos y con anillos de piedras preciosas hacen gala de sabiduría absoluta” (Los silenos de Alcibíades)”
- Sócrates: “¡San Sócrates, ruega por nosotros!” (El banquete religioso)
- Turcos: “Ni siquiera creo que se deba aprobar nuestra insistencia en hacer la guerra a los turcos. ¡Mal va la religión cristiana si su conservación depende de tales defensas!” (...) “Es menos malo ser abiertamente turco o judío que un cristiano hipócrita” (La guerra atrae a quienes no la han vivido)
- Vejez: “No quiero quejarme de la vida (…). No me arrepiento de haber vivido, pues he llevado una existencia que me hace pensar que no he nacido para nada. Y salgo de esta vida más como de una posada que como de mi propia casa. La naturaleza nos dio un albergue para detenernos, no una residencia fija” (Cicerón) (El banquete religioso).
- Vida: “¿Qué otra cosa es la vida de los mortales, sino una especie de comedia, en que cada uno se presenta cubierto con su máscara e interpreta su papel, hasta que el director de la representación lo retira del escenario?” (Elogio de la locura). “No me arrepiento de haber vivido” (El banquete religioso).
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El café de Ocata
“Dígame, eminente señor, si hubiera de morir mañana, ¿preferiría morir como idiota o como sabio?”
Erasmo, El abad y la mujer ilustrada
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El café de Ocata
Es necio quien sólo conoce los datos.
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El café de Ocata
Abrió el paraguas por fin y se quedó un momento suspenso y pensando: «y ahora, ¿hacia dónde voy?, ¿tiro a la derecha o a la izquierda?» Porque Augusto no era un caminante, sino un paseante de la vida. «Esperaré a que pase un perro ––se dijo–– y tomaré la dirección inicial que él tome.»En esto pasó por la calle no un perro, sino una garrida moza, y tras de sus ojos se fue, como imantado y sin darse de ello cuenta Augusto.
Don Miguel de Unamuno, en su Niebla.
Por cierto que don Miguel parece querer dar la razón a los pedagogos modernos cuando un poco más adelante nos aconseja "¡no metáis en la cabeza lo que os quepa en el bolsillo!", pero inmediatamente deja las cosas claras: "A lo que habría que añadir por complemento: ¡no metáis en el bolsillo lo que os quepa en la cabeza!"
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El café de Ocata
Tengo casi olvidada la zoosofía, a la que durante un tiempo me estuve dedicando con deleite en este café. Pero ahora mismo, mientras leía
El escarabajo acecha al águila, de Erasmo, me he encontrado con unas observaciones que corro a traer hasta aquí:
"Es bien conocido por todos que Aristófanes el Gramático en su amor por una joven que vendía coronas, tenía como rival a un elefante, y según Plutarco era un hecho del que todo el mundo hablaba. El mismo autor trata de una serpiente perdidamente enamorada de una muchacha de la Etolia (...). Pero esa leyenda de que un águila se enamoró de una doncella no se la creen ni los más crédulos. El hecho de que el águila fuese escogida para torturar en el Cáucaso a Prometeo, de entre los dioses el mayor amigo de la humanidad, da una idea de hasta dónde llega el odio fatídico que siente hacia los hombres. No obstante, junto a tantos vicios hay algo en ellas digno de encomio: con ser extremadamente rapaces apenas beben, y fornican poquísimo".
Sobre el pasaje de Plutarco:
AQUÍMás sobre elefantes:
Cuenta Claudio Eliano en
La Historia de los animales que a Ptolomeo II le regalaron una cría de elefante que aprendió a hablar en griego, fenómeno extraordinario, porque hasta entonces se tenía por fuera de toda duda que la única lengua que entendían los paquidermos era la de la India. Plinio en su
Historia Natural, alaba a los elefantes porque gustan del amor y de la gloria y poseen cualidades que con frecuencia se hallan ausentes entre los hombres, como la honradez, la prudencia, la ecuanimidad, el culto a los astros y la veneración al Sol y a la Luna. Añade que el cónsul Luciano se ponía a sí mismo de testigo de que un elefante había aprendido a escribir con su trompa la siguiente frase en griego: “Yo mismo he escrito esto”.
En el
Coloquio del conocimiento de sí mismo, doña Oliva Sabuco de Nantes de Barrera escribe lo siguiente: "Cuenta también Plinio que en los tiempos que Roma florecía se ayudaban los romanos, en la guerra, de los elefantes, y llevaban capitanía de ellos por sí; los cuales, por su gran instinto, dice el mismo Plinio que entendían el pregón en la lengua romana, y llegando un día el ejército romano a un gran río, que tenía el vado dificultoso, mandaron pasar los elefantes delante, y el elefante capitán, que se nombraba Ayax, no osando pasar, estuvo detenido el ejército romano gran pieza, en tanto que fue menester pregonar que el elefante que primero pasase el río le harían capitán, y entonces un elefante, que se llamaba Patroclo, osó pasar, y pasó el río, y todos los demás elefantes tras él, y el ejército romano. Y llegados a la otra parte del río, luego Antíoco cumplió lo que había hecho pregonar, quitando al Ayax las insignias que llevaba de capitán, a manera de jaeces y ornamentos dorados, y los mandó poner a Patroclo, por lo cual el Ayax nunca más comió bocado, y a tercero día lo hallaron muerto.”
Un profesor de filosofía les planteo a sus alumnos en un examen esta pregunta: "¿Las apariencias engañan?". Uno de ellos le dio esta lacónica e intrigante respuesta: "No necesariamente, pero los elefantes, sí, mucho".
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16:24
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El café de Ocata
"Nadie es contemporáneo de su presente", escribe Régis Debray en su último libro,
Madame H., ofreciéndome una fórmula que andaba buscando desde hace tiempo. Quizás consideramos buenos libros aquellos que nos proporcionan las palabras que teníamos en la punta de lengua como insinuación, pero que no sabíamos hallar por nosotros mismos. Yo venía utilizando una fórmula parecida, pero más pobre: "Somos contemporáneos, pero no sólo". Debray es más radical y más claro.
Somos contemporáneos de cosas muy heterogéneas y extrañas. Y muchas de ellas no tienen nada de contemporáneas. Tan es así que buena parte de esos pensamientos que consideramos nuestros, son sólo restos de antiguos edificios que en otro tiempo pudieron conformar sistemas y que ahora son materiales abandonados en los bordes de los caminos. Nuestros pensamientos son monstruos de Frankenstein.
La contemporaneidad sólo muy parcialmente es donde se vive. Es, en todo caso, aquello que te puedes ir construyendo muy precariamente como morada a medida que vas descubriendo que no eres contemporáneo del presente, que sólo eres contemporáneo de tus esfuerzos por aclarar el presente.
O sea que... échenle una mirada a
ESTO, al menos a partir de 2:16
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El café de Ocata

Más
AQUÍ
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8:03
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El café de Ocata
- ¿Cuál sería su primera decisión si fuera usted nombrado ministro de educación? -le pregunta un periodista a Régis Debray.
- No hacer más reformas, lo cual sería una revolución. Y comenzar por un registro exacto de las consecuencias de la avalancha de reformas de los últimos treinta años.
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El café de Ocata
Me advirtieron hace unos días de La Isla de Siltolá que me enviaban por correo dos copias del contrato de
Aforismos que nunca contaré a mis hijos. Debía firmarlas y reenviar una a la editorial. El tiempo pasaba y no llegaba nada, pero yo soy un hombre paciente (especialmente cuando no puedo ser otra cosa). Hoy me han traído un paquete con varios ejemplares del libro, pero sin el contrato.

Hoy en Ocata ha llovido. Bastante. Parece éste el primer día del invierno. El otoño, al fin y al cabo, es una estación esquizoide que a veces va de verano rezagado y otras de invierno adelantado. Hoy iba de esto último. Hace poco, a las 21:00 me ha llamado por teléfono el doctor Piferrer para decirme que tenía en las manos un contrato de la Isla de Siltolá. Una paciente se lo había encontrado en la calle y se lo ha llevado a la consulta. En realidad es una copia de las dos que tenían que haberme llegado y está firmada por el editor. La otra copia ha desaparecido. ¿Qué demonios ha podido pasar para que una carta que me llega desde Sevilla por correo se pierda, alguien la abra y una parte de su contenido aparezca por la calle un día de lluvia? No tengo ni idea. Pero así son las cosas.
Por cierto, el doctor Piferrer es el padre de mi nieto Gabriel.
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22:16
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El café de Ocata
En el día de hoy, 29 de septiembre del año 2015, ha tenido lugar la elevación de Régis Debray a una hornacina del Café de Ocata en la que siempre tendrá fresca, en un jarrón de cristal de Murano, una rama de asfódelo blanco.

- ¿De qué duelo exactamente hablas?- De la historia como realización de un gran proyecto, como emancipación de la humanidad en marcha hacia su salvación. Esta idea mesiánica la heredamos, por muy librepensador que se sea, del judeo-cristianismo. Durante mucho tiempo ha hecho de nosotros, los progresistas, descendientes de Abraham y de Isaías sin saberlo. Pero la oficina del negociado escatológico ha cerrado. Ya ninguna gran promesa es creíble. ¿Ha notado usted la reducción de los ciclos de esperanza en Occidente? ¿El cristianismo? Veinte siglos. ¿El cientifismo? Dos siglos. ¿El socialismo? Menos de un siglo. ¿El europeismo? Medio siglo. El resultado es una novedad histórica: el miedo sin esperanza.
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19:34
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El café de Ocata
No tengo una docena de nietos, sino sólo dos, pero a veces llamo a uno con el nombre del otro y a mi hijo con el nombre de su hijo, etc. No es grave, no pretendo dramatizar. Es sobre todo irónico, porque recuerdo cuando mi madre me llamaba a mi con el nombre de mi hermano y como yo me reía de sus errores, ella se acordaba de cuando se reía de los errores de su madre, y terminaba advirtiéndome, "¡Ya te acordarás, ya". De esto sí que me acuerdo, madre, y cada día más.
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El café de Ocata
He tenido el inmenso placer de escribir el prólogo de la edición catalana del
De Pueris de mi amigo Erasmo, magníficamente traducido por Laura Cabré. A veces a uno le caen regalos así del cielo. No le digáis a los de la editorial Adesiara que hubiese pagado por escribirlo.
[www.adesiaraeditorial.cat]
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18:02
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El café de Ocata

He colgado esto en fb y me he encontrado con esta respuesta:
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El café de Ocata
Que el Quintano me saque en su columna del ABC (tengo envidia de ti, Quintano, porque me tienes a mí):.
En las cosas de mi dilecto Gregorio Luri he dado con pistas que podrían conducirme a la comprensión de la cerocidad madridista. Una: la filosofía del fútbol es una dialéctica. Dos: la tesis se la debemos a Parménides: “Lo que es, es”. Tres: la antítesis, a Vujadin Boscov: “Fútbol es fútbol”. Cuatro: la síntesis es doble: a) el ser es esférico. b) la verdad es redondaEn Salmonetes
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El café de Ocata
Conclusión: Cataluña no cabe en ninguna de sus partes. Así que:
a) O hacemos las partes más inclusivas.
b) O amputamos alguna parte de Cataluña.
c) O seguimos iniciando procesos indefinidamente.
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El café de Ocata
The French philosopher Jean-Paul Sartre, in a July 1954 interview with “Liberation,” shortly after returning from a visit to Russia, said that Soviet citizens did not travel, not because they were prevented from doing so, but because they had no desire to leave their wonderful country. “The Soviet citizens,” he said, “criticize their government much more and more effectively than we do."
De aquí
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El café de Ocata
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El café de Ocata
De nada.
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El café de Ocata
Ando a la vez con Carrère y con Erasmo. El primero cayó en mis manos cuando acababa de leer Del desprecio del mundo y el Enquiridión y ya estaba por las primeras páginas de relectura de esa maravilla que es el Elogio de la locura. Si me permiten ustedes la ironía, juntos hacen un buen maridaje. Ahora mismo acabo de subrayar un párrafo del Elogio de la locura que estoy convencido que les va a hacer las delicias también a ustedes:
"... pero son mucho más felices aún cuando creen haber dado con algún nuevo método de enseñanza, aunque sean puras extravagancias lo que inculcan a los niños (...). Lo que no sé es con qué charlatanería consiguen a la perfección aparecer, a los ojos de estúpidas madrecitas y de padres idiotas, precisamente tal como ellos mismos desean presentarse".
Las reclamaciones, por favor, diríjanse a Rotterdam, no a Ocata.
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El café de Ocata
Canta el granadino Moisés Ibn Ezra (1055-1135) en un poema titulado Miro tumbas antiguas:
Miro tumbas antiguas, de un tiempo lejano,En ellas hay personas durmiendo el sueño eterno.No hay enemistad entre ellas, ni envidia;Ni aman al prójimo ni lo odian;Y mi pensamiento, imaginándolos, no pueden discernirEntre el amo y el esclavo.
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El café de Ocata
Me acabo de encontrar en una página de El Reino, de Carrère y, claro está, me he reconocido inmediatamente: "Era incapaz de simplicidad, era tortuoso, alguien que busca tres pies al gato, que se adelanta a objeciones que nadie piensa formularle, que no puede pensar una cosa sin pensar al mismo tiempo su contrario y luego lo contrario de lo contrario, y que con este tejemaneje mental se extenúa para nada."
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El café de Ocata
Recoge Salmonetes esta carta memorable de un anarquista valenciano al ministro de justicia:
Valencia, 30 de noviembre de 1936.
Camarada Ministro de Justicia:
El que suscribe, militante de la C.N.T. Sindicato de la Piel carnet número 235, durante el último septiembre, y en fecha que no recuerda, instó de ese Ministerio el cambio de su segundo apellido por el siguiente: de Bakunin y por ese Ministerio se me contestó que siguiera los trámites legales. Pero como quiera que soy de la provincia de Orense que está en poder de los fascistas, es por lo que suplico al camarada Ministro, se digne ordenar lo procedente a mi cambio de 2º apellido, y se me comunique. Me llamo Gervasio Fernández de Dios y quiero el cambio del 2º apellido por el de Bakunin es decir: que no quiero nada con Dios.
Saludos revolucionarios.
Gervasio Fernández de Dios.Lo admirable, dilecto Salmonetes, no es esta carta, sino que tuviera respuesta en 9 días. Tanta diligencia es un milagro.
Esta es la respuesta que recibe el inquieto Gervasio:
MINISTERIO DE JUSTICIA.DIRECCIÓN GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO.
Con esta fecha me dice el Sr. Ministro de Justicia lo que sigue:
"Ilmo Sr. : Visto el escrito elevado a este Ministerio por D. Gervasio Fernández de Dios, en solicitud de que se le autorice para cambiar su segundo apellido por el de BAKUNIN, y teniendo en cuenta que las que actuales circunstancias aconsejan prescindir de la complicada y larga tramitación del expediente de modificación de apellidos en aquello casos en que, como el del solicitante, la necesidad del cambio aparece justificada por notoriedad; y de acuerdo asimismo con el espíritu que dió vida al Decreto de 3 de mayo de 1935;
Este Ministerio ha tenido a bien autorizar a D. Gervasio Fernández de Dios para que en lo sucesivo pueda usar, provisionalmente y a la espera de su inscripción en el Registro Civil correspondiente cuando desaparezcan las circunstancias que actualmente lo impiden, como segundo apellido, el de "Bakunin" en lugar del de "Dios" que hasta ahora ha venido usando."
Lo que traslado a Vd. para su conocimiento y demás efectos.
Valencia, 9 de diciembre de 1936.
El Director General. Concluyendo: El Director General era Mariano Sánchez Roca, anarquista, como Gervasio, y mano derecha de García Oliver. Sánchez Roca escribió un libro en 1932 que sólo con el título es suficiente para constatar el eterno retorno de lo mismo:
El descrédito de la política.
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El café de Ocata
"Si yo fuera usted probaría otra cosa". "¿Qué?", pregunté, investido de la superioridad del incurable. "Bueno", respondió Roustang, "ha hablado de suicidio. No tiene buena prensa en los tiempos que corren, pero a veces es una solución".
Guardó silencio después de decir esto. Yo también. Luego agregó: "Si no, siga viviendo".
Emmanuel Carrère, El Reino.
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El café de Ocata
Data from the
Survey of Adult Skills (PIAAC) show that in all participating countries, including
Spain, adults with lower literacy proficiency are far more likely than those with better literacy skills to report poor health, to perceive themselves as objects rather than actors in political processes, and to place less trust in others. Put simply, a lack of proficiency in foundation skills prevents people from fully participating in society and democracy.
Aquí
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El café de Ocata
Llevo mucho tiempo sin hablar del gran Memónides de Moronea. No es que lo haya olvidado, sino que los fragmentos sobre su gran obra,
De turpidine, que ocupaba doce libros, van apareciendo gota a gota y no todos los que aparecen son interesantes. El último se ha encontrado en la biblioteca del monasterio de Gensanta del Amor Hermoso en un palimpsesto de las
Institutas de Gayo, y dice así: "Algunos viajeros que se han adentrado más allá de lo prudente en tierras remotas, hablan de un pueblo que se caracteriza porque cuando tienen un problema, en lugar de resolverlo, pone todo su entusiasmo en complicarlo y enmarañarlo hasta hacerlo irresoluble".
Más sobre Memónides de Moronea:
Su nacimientoDijo Memónides...Memónides y MindírideMemóndies en LebadiaMemónides en ZósinmoMemónides y la terapia del almaMemónides en PanopeoMemónides y el fundamento de la éticaFe y obediencia
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El café de Ocata
Insomnia — Kojiro Ankan Takakuwa
¿No está derivando el arte moderno cada vez con mayor rapidez hacia el parasitismo? Es como si las vanguardias, agotadas, se dedicaran a vivir de la grandeza pasada intentando extraer de ella sus nutrientes. No sé si esto es bueno, malo o regular. Tampoco conozco el arte moderno lo suficiente para asegurar que esto es un hecho. Esta es sólo una pregunta que tendré que dirigirle a la Sección de Estética, que allí sí que saben.
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El café de Ocata
Recuerdo que en mi pueblo el temple era un asunto muy mayor. Antes de que Heidegger se pusiera a pensar sobre si la nada nadeaba o no, en mi pueblo ya se sabía desde antaño que nadaba en el mal temple. El buen temple era algo más que el optimismo vital: era el optimismo vital nacido de un alma bien templada.
Templar el almaLas declaraciones a las que hace mención Iván López
son estas.
Mientras escribía este apunte, mi dilecta Carme Fenoll me envía un recorte asegurándome que me gustará:

Resulta que el "método Gavarró" no existe. Sí existe el "método Gabarró".
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El café de Ocata
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El café de Ocata
Apreciado señor Luri:
Me llamo Elías y tengo 44 años. Me dirijo a usted para expresarle mi agradecimiento por las buenas lecturas que usted me ha brindado durante estos últimos años. Sigo su blog desde hace ya mucho tiempo aunque no participo en él. Su último libro, "¿Matar a Sócrates?", ha sido ya el colmo: ¡es magnífico!, ¡cuántas ganas de releer a Platon me han entrado! Y cuántas cosas importantes cuenta en este libro. Qué placer leerlo.
Verá, yo no tengo estudios, es decir, no los tengo académicos al menos. Tuve que ponerme a trabajar muy temprano, apenas terminada la EGB, que era como se denominaba entonces a los estudios básicos. Intenté acudir al instituto nocturno, pero la verdad es que no me merecía el esfuerzo -al menos eso creía por entonces- porque me resultaba muy aburrido. Tuve la suerte, menos mal, de tener unos amigos que, ellos sí, siguieron sus estudios hasta finalizar sus respectivas licenciaturas universitarias, y eso, de alguna manera, me salvó. Me salvó porque yo no podía quedarme atrás en sus conversaciones, y eso me estimuló para comenzar a leer y leer y leer. Las más diversas materias caían en mis manos y las devoraba, y entonces descubrí a los clásicos griegos y romanos a través de una colección de la Biblioteca Clásica Básica de Gredos, de aquellas que vendían por fascículos en los quioscos y que yo completé convencido de que estaba adquiriendo un tesoro. Desde entonces apenas he leído otra cosa que no sea todo lo relacionado con la Antiguedad, aunque de vez en cuando haga incursiones en la Edad Media, época en la que también me encuentro a gusto. Todo este parloteo viene a cuento de dos cosas: primero, lo importante que ha sido para mí tenerlo a usted como maestro. ¡No exagero! O sí, pero da igual, así lo considero. Usted no me conoce y yo nunca he podido plantearle las dudas que me suscitan sus artículos en El café de Ócata, pero créame si lo digo que, de alguna manera, me han servido de guía. ¡Qué descubrimiento tan maravilloso cuando le leí decir, si se me permite la expresión leer decir, lo importante que es aprender a leer, la lectura lenta! Me ha pasado la vida leyendo y apenas he retenido nada. Aunque no pueda parar de leer es como si todo cayese en tierra estéril. No tanto, pero casi.
Decía que el parloteo venía a cuento de dos cosas: la segunda, porque de alguna manera, me apetecía presentarme a usted.
Muchas gracias por todo.
Su lector, Elías.
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9:27
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El café de Ocata

"Los profesores seremos felices cuando renunciemos a enseñar e intentemos simplemente dar a los alumnos marcos de aprendizaje que les permitan reflexionar, hacer trabajar los ojos, las orejas, el cerebro, y por qué no, el cuerpo, la creatividad. La crisis actual de la enseñanza se da porque rechazamos entrar en esta nueva lógica".
1) Me imagino a mis nietos llegando a casa con un marco de aprendizaje bajo el brazo que les ha dado su profesor feliz.
2) Denme un profesor infeliz pero buen profesional antes que un memo feliz. Y yo, personalmente, creo que para ser feliz la condición imprescindible es reducir la complejidad del mundo hasta el tamaño de la memez.
3) Francois Bégadeau para ser feliz abandonó la enseñanza y se dedicó a actividades más glamurosas, como escribir en revistas de cine.
4) Este texto encabezaba ayer un acto convocado por el Departament d'Ensenyament de la Generalitat de Catalunya. Bégadeau es anarquista y tiene todo el derecho de serlo. ¿Pero si el poder coquetea con mensajes anarquistas, ante qué estamos, ante una hipocresía hiperbólica o ante una estricta ignorancia de lo que él mismo dice?
5) El profesor no quiere dirigir, no quiere tener autoridad, no quiere ser visible. Cada vez quiere ser menos un profesor de una asignatura. El profesor siente vergüenza de serlo. El profesor ha muerto.
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El café de Ocata
Ustedes conocen bien mi admiración por Rémi Brague, que no deja de crecer con el tiempo. Así que no se sorprenderán si les digo que me acabo de releer su último libro,
Le Règne de L'Homme. Los libros que me gustan suelo leerlos dos veces. La primera, con el lápiz en la mano. En la segunda, pasado un tiempo, me limito a repasar lo subrayado y a hacer unas cuantas fichas.

En el caso de Brague, releer es para mí volver a leer el texto entero, porque lo tengo subrayado de arriba abajo. Por resaltar un sólo punto, traigo aquí una de sus reflexiones sobre la actual filosofía del valor.
Según Brague, la noción de valor se ve necesariamente enredada en una dialéctica. Si es el sujeto quien confiere el valor a lo que vale, él sujeto vale más que cualquier valor. El Zaratrusta de Nietzsche expresa esta dialéctica con un juego de palabras intraducible: “Es evaluar (Schätzen) en sí mismo el tesoro (Schatz) de todas las cosas que valen y su joya.” De esta manera, el sujeto capaz de valorar se convierte en el valor supremo, cumpliéndose así la sumisión de la idea de bien a la de valor, que es una de las condiciones necesarias para la afirmación de la soberanía del sujeto moderno.
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21:44
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El café de Ocata
El paraíso ad hoc (toda la culpa para los docentes):Las tecnologías facilitan el aprendizaje,
pero no lo garantizan. Deben adecuarse a las necesidades pedagógicas. El papanatismo tecnológico puede ser tan nocivo como la carencia; el abuso puede inducir distracción y dispersión. Por eso es importante que además de incorporar ordenadores, tabletas y otras herramientas, exista una planificación de sus aplicaciones y —fundamental— la preparación de los docentes. (Un editorial en El País)
En la proposición coordinada adversativa está la clave. En concreto en su primera cláusula. Y antes que nada en la presunción dogmática de que su referente es la verdad. Sustentada como debe estar dicha verdad en la cimentante adecuación de la preparación de los docentes para el sursum corda a propósito de la buena nueva tecnológica. Amén.
De Autoficción
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El café de Ocata
Barère, Discurso a la Convención, 26 de mayo de 1794: "La humanidad consiste en exterminar a los enemigos".
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El café de Ocata
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El café de Ocata
Cher monsieur
Vos recherches m'intéressent beaucoup et si vous venez à Paris, voyons nous, mais vous en savez mille fois plus que moiJe n'ai jamais entendu parler de l'interview de Serge que vous évoquez. Des fois, l'histoire et le roman ne font qu'un, et vous êtes à vif sur ce point de rencontre. Merci et à bientôt j'espère bien
Régis Debray
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13:50
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El café de Ocata
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El café de Ocata
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El café de Ocata
Artículo publicado en el diario ARA el 09/12/2015
Versión en catalánEn mayo de 2013, a las puertas de los 60 años, mi mujer y yo nos echamos las mochilas a la espalda y nos dispusimos a remontar a pie el río Tundja, recorriendo los 300 km que separan la ciudad de Edirne (en la Turquía europea, donde mataron Roger de Flor) de la de Shipka, en el corazón de los Balcanes búlgaros (donde Rocafort masacró a los asesinos de Roger). Hacíamos etapas de unos 30 km por un paisaje que ha sido surcado por las grandes migraciones europeas a lo largo de la historia. En Edirne nos insistieron mucho en que fuéramos con cuidado, porque atravesaríamos una zona peligrosa con emigrantes desorientados. En los últimos años se habían incrementado en los Balcanes los grupos de inmigrantes ilegales procedentes de África y Asia que llegaban por barco en Estambul y desde allí los transportaban de cualquier manera hasta la frontera de Bulgaria, donde solían abandonarlos, asegurándoles que detrás de aquellas montañas estaba Alemania. Caminaban perdidos en grupos heterogéneos quemando su esperanza en cada cima. Entonces no eran noticia, a pesar de que entre 1993 y 2012 se documentaron 17.306 muertes en el conjunto de las fronteras europeas. Ningún periodista viajaba con ellos por las rutas de los Balcanes, que era nuestra ruta, y la de los persas, macedonios, romanos, godos, cruzados, almogávares... y la de los ejércitos de Mehmet II, que se dirigían de Edirne a Constantinopla mientras el último emperador bizantino discutía con sus teólogos si la luz de la transfiguración de Cristo en el monte Tabor era de naturaleza material o inmaterial.
Lo único que nos inquietó fue un empresario catalán con contactos con los chechenos y los musulmanes búlgaros. Lo conocimos en el Hotel Galina Palace, en Sram. Viajaba acompañado de un guardaespaldas que había sido miembro de las fuerzas especiales búlgaras. Y no es prudente que hable más de este asunto.
Nos sentimos siempre muy bien acogidos. Éramos una pareja poco habitual que entraba en unos pueblos de nombres impronunciables con la mochila a la espalda, despertando la curiosidad generosa de sus habitantes. Más de uno nos llamó al pasar por delante de su casa para ofrecernos un puñado de cerezas recién cogidas. Nunca nos sentimos extranjeros del todo. Recuerdo a la recepcionista embarazada de Banya, que había estado tres meses trabajando en Murcia; a aquel campesino de Kran que, cuando nos acercamos a su campo de cerezas para preguntarle cómo ir a Caleto, reconoció nuestro acento ispanski y nos respondió con una inmensa sonrisa: "Uno, dos, tres, cinco, Murcia Lorca, buenos días señor, hasta mañana, mi rancho. ¡Yo Murcia, Lorca, Águilas!"; a la mujer de mediana edad que encontramos en la entrada de Kazanlak que había vivido tres años en Sant Celoni y sabía algunas palabras en catalán; a Dilyama, la camarera que había estudiado en Valladolid y que trabajaba 12 horas diarias cinco días a la semana por 400 leva (200 euros) mensuales; a la entrañable anciana que encontramos en una parada de autobús y que nos dijo emocionada que tenía una hija trabajando en Pamplona a la que no veía desde hacía 14 años; a Kazimir, el conductor del minibús de Nueva Zagora, que hablaba el español con acento sudamericano que aprendió trabajando en Barcelona...
He pensado mucho en este viaje estos últimos días mientras los medios, empeñados en formar nuestra conciencia moral, nos ofrecían imágenes espeluznantes de los exiliados sirios. Tengo más preguntas que respuestas sobre este delicado asunto, y me temo que la mera formulación de las mismas resulta políticamente incorrecta, pero necesito decirlas para poder pensarlas.
¿La crisis de los emigrantes no nos plantea a los europeos un deber moral al que es imposible dar respuesta? ¿Nuestros principios morales proclamados no están muy por encima de lo que le podemos pedir honestamente a la política? ¿Podemos medir nuestra moralidad por la intensidad de nuestra vergüenza? ¿Se ha convertido la vergüenza en un reclamo para vender diarios?
Hay quien, muy enfadado, asegura en las redes sociales que siente vergüenza de ser europeo. Pero ¿tiene algún mérito rebelarse moralmente contra esta Europa nuestra tan éticamente vulnerable que incluso podría naufragar en su propio sentimentalismo? Europa ha perdido sus imperios, pero parece que quisiera implantar una especie de imperialismo ético curioso: nos creemos los mejores porque sabemos que no nos encontramos a la altura de lo que quisiéramos ser. Así que, cuando el presidente turco, Erdogan, que no creo que esté especialmente capacitado para darnos lecciones morales, acusa a Europa de haber hecho del Mediterráneo "un cementerio de emigrantes", nos apresuramos a hacerle el coro gritando "Europa, shame on you".
La indignación moral puede ser una forma de pornografía emocional porque es el triunfo de las vísceras sobre la inteligencia, del vómito sobre el apetito... pero parece que vende diarios.
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10:31
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El café de Ocata
"Que el alumno crea siempre que es él el maestro, pero que seas siempre tú quien realmente lo sea. No hay sujeción más perfecta que la que guarda la apariencia de la libertad; así se cautiva hasta la misma voluntad. [...] Sin duda el niño no debe hacer más que lo que quiere; pero no debe querer más que lo que tú quieres que haga; no debe dar un paso que tú no lo hayas previsto; no debe abrir la boca sin que sepas lo que va a decir." Rousseau, Emilio.
Las diferentes pedagogía son formas diversas de controlar el deseo del niño. La diferencia entre ellas se explican sobre todo por la conciencia que tienen de sí mismas: unas lo saben y otras no.
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El café de Ocata
De todo cuanto estoy leyendo sobre la elección de Corbyn me interesa especialmente un comentario de uno de sus detractores: "El hecho de que una cosa sea políticamente absurda no la incapacita para que ocurra". Yo no sé si lo de Corbyn es o no absurdo, pero sí sé que la racionalidad de la cosa política es sui generis.
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22:58
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El café de Ocata
Entrevista que me ha hecho
Berta González para El Mundo.
Mientras tanto, la que me hizo
Carlota Fominaya para ABC, ha alcanzado una repercusión que nunca me hubiera podido imaginar:

Estoy especialmente contento por los contactos que me ha permitido establecer con educadores y centros educativos de todo el continente americano, de Canadá a Chile.
Añadido el 14 de septiembre a las 22:38: Un político importante con un alto cargo educativo en una autonomía relevante se pone en contacto conmigo para decirme que, a fin de cuentas, lo que estoy defendiendo en la entrevista de
EL Mundo es el retorno a las viejas prácticas de la letra con sangre entra. Me enfado y le contesto que quizás en su caso no haya otro remedio, porque parece ser la única manera de que entienda la diferencia entre un argumento y una falacia.
¿Tan difícil es entender que tarde o temprano uno tiene que enfrentarse a los problemas cara a cara, en soledad y en silencio y que no puede estar siempre esperando a que alguien venga a hacer de mediador entre el saber y su inteligencia? ¿Y qué otra manera hay de ir conquistando la propia autonomía intelectual? Y, sí, hay que aprender cosas de memoria. A mi nadie me obligó a aprenderme los reyes godos de memoria, pero sí, por ejemplo, a aprenderme los huesos de la cabeza. Quien pregunte que para qué sirve eso, hay que decirle que, en su caso, para nada. Me gustaría saber de memoria más poesías, más nombres de plantas, de rocas, de animales. Me gustaría poseer un orden cronológico mental más preciso, el vocabulario adecuado para describir estos atardeceres de septiembre en Ocata, etc, etc.
Si al esfuerzo necesario para educar el hábito de la concentración lo llamamos sangre y lo consideramos algo así como una perversión pedagógica, yo debo decirle a usted, señor político que tener entretenidos a los niños en la escuela para que vivan muchas experiencias muy enriquecedoras, para después mandarlos al mundo real sin saber un idioma o disponer de una cultura matemática, debería estar perseguido penalmente.
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10:34
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El café de Ocata
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9:46
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El café de Ocata
Tú y yo, lector, existimos porque en el pasado se dio una serie compleja y altamente improbable de azarosas circunstancias que fue abriendo camino a nuestra existencia.
Nuestros padres se conocieron y podían no haberse conocido, etc. Nos gusta hablar de las felices circunstancias que nos han traído hasta aquí. ¿Pero sin las trágicas circunstancias del pasado, como guerras, hambrunas, crímenes, robos, violaciones, esclavismo... estaríamos aquí? ¿Cuántas calamidades han tenido que tener lugar en el transcurso de los tiempos para que nuestros padres tuvieran la posibilidad de conocerse? Cada una de ellas influenció poco o mucho en la cadena de acontecimientos que permite que ahora estemos aquí pensando en esto.
Así que, en cierta manera, amar nuestra propia existencia significa también amar las tragedias que fueron tramando la sucesión de hechos que acabó trayéndonos a la vida.
Teniendo en cuenta lo anterior, Saul Smilansky, un profesor de filosofía de la Universidad de Haifa, nos ha planteado este dilema: Lo que somos no es independiente de lo que nos ha hecho, así que o lo queremos todo o lo rechazamos todo. ¿Si pudiéramos hacerlo, qué preferiríamos: eliminar del pasado las circunstancias calamitosas que, sin duda, provocaron enormes sufrimientos a otras personas, eliminando también la posibilidad de nuestra existencia, o elegirnos a nosotros y por lo tanto todo lo que nos ha hecho posibles, incluyendo el sufrimiento ajeno?
Saul Smilansky, “Morally, Should We Prefer Never to Have Existed?”, Australasian Journal of Philosophy 91:4, 655-666.
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23:00
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El café de Ocata

Intel + educación + innovación: un discurso que ha venido para quedarse
La educación es un sector con gran capacidad de consumo. Dicho de otra manera, más cruda: la escuela es también un cliente potencial, un sector de negocios. Y lo será cada vez más. Nos solemos quejar de los intereses comerciales de las editoriales. Los tienen y es legítimo que los tengan. Por eso debemos comparar sus productos y elegir de acuerdo con nuestros criterios y no con los suyos, que, por otra parte, conocemos bien, pero apenas he leído comentarios críticos (analíticos) sobre los intereses comerciales de las grandes multinacionales tecnológicas.
No soy partidario de las jeremiadas anticapitalistas y no me parece mal que las grandes internacionales compitan entre sí por ofrecer productos innovadores a la escuela, especialmente si su competencia es real. Su función es esa: descubrir nuevos caladeros comerciales y explotarlos con la intención de obtener el máximo beneficio para sus accionistas. Pero debería llamarnos la atención que para estimular el consumo, esas compañías se hayan dotado de importantes y muy potentes departamentos pedagógicos con la misión de ir elaborando la doctrina más favorable a sus intereses. Cada vez que vean ustedes una fotografía con el pie "así serán las aulas del futuro", busquen las marcas comerciales de los productos que aparece y cada vez que vayan a un encuentro pedagógico, miren quién lo subvenciona.
Insisto: es lógico que las grandes multinacionales tecnológicas fomenten sus intereses comerciales. Lo que ya no es tan lógico es que además de comprar sus productos, compremos acríticamente sus discursos.
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El café de Ocata
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El café de Ocata
Artículo en El Periódico de hoy:
En educación, los signos de los tiempos tienen más poder que los gobiernos. Estos pueden legislar, pero no pueden garantizar ni la fe colectiva en sus leyes ni el entusiasmo para ponerlas en práctica. En educación el maestro es el propietario y el político el interino.
Para saber por dónde van hoy los signos de los los tiempos, hay que prestar atención a los informes de la OCDE. El próximo día 15 de septiembre se hará publico el titulado “Estudiantes, ordenadores y aprendizaje: Haciendo la conexión”. Los que saben de qué va aseguran que ofrecerá sorpresas. En octubre, el OCDE’s Innovative Learning Environments publica un libro explicando cómo algunos países han conseguido reformar sus sistemas educativos moviéndose del “pensamiento” (de los conocimientos) a la “acción” (a las competencias). A finales de noviembre aparece la recopilación estadística anual “Education at a Glance”, que dedicará una atención especial al impacto de la competencia lectora en el empleo. Del 19 al 20 de octubre está prevista en Helsinki una especie de feria de la educación, promovida por la Comisión Europea y el gobierno finés para explorar cómo la innovación en la enseñanza puede mejorar la calidad y la equidad de los sistemas educativos y equipar a los alumnos con las competencias que necesitarán en las sociedades del siglo XXI.
Los signos de los tiempos ordenan innovar. La innovación se ha convertido en un imperativo pedagógico. Hoy nadie parece molestarse si le dices que está equivocado, pero si le dices que está anticuado, se siente insultado.
Lo curioso es que en el mundo actual, los únicos que parecen tener claro cómo será el futuro son los pedagogos. Nos aseguran que el conocimiento ya no está en los libros, sino en las pantallas (aunque todos sabemos que en las pantallas hay de todo, información, desinformación y, sobre todo, mucha basura); que la memoria está sobrevalorada (no en mi caso, que quisiera tener más); que la titulación y el expediente académico ya no influyen para encontrar trabajo (pero ayer mismo BBC News informaba que cada vez son mejores las expectativas de los titulados); que lo importante no es transmitir conocimientos, sino crearlos (hace dos días The Telegraph advertía de la necesidad de fomentar la práctica de levantar la mano para hacer preguntas en clase), etc. Cada vez hay más políticos defendiendo la innovación, pero en Francia, un país con una larga tradición de escuela pública, las encuestas dicen que la mayoría de familias –incluyendo a un 45% de los votantes del Partido Socialista-, sacarían a sus hijos del sistema público si pudieran.
Cada vez serán mayores las diferencias entre las escuelas, porque cada vez les pedimos cosas más heterogéneas. En consecuencia, sería lógico que les pidiéramos también transparencia para poder elegir entre ellas, pero no me refiero a sus buenas intenciones (hay que darlas por supuestas), sino a las evidencias que pretenden conseguir con sus metodologías.
Este debería ser el año del compromiso entre intenciones y resultados.