-
-
11:24
»
El café de Ocata
Lo siento, pero por problemas técnicos que soy completamente incapaz de entender, no puedo responder a vuestros comentarios. No es descortesía, sino impericia. Bien que lo intento, pero mis respuestas no aparecen en pantalla. Cómo no tengo ni idea de cómo solucionar este problema, me imagino que tendremos que conformarnos con lo que hay.
FRANCESC: No, yo no puedo.
Y NO HAY MANERA
-
1:07
»
El café de Ocata
Me envía este vídeo mi amiga B. y con su delicadeza y elegancia habitual me dice: "Une autre señora de la lecture lente (pardon! mais vous remarquerez que pour ne pas vous choquer, j’ai mis un ‘s’ et non pas un ‘S’ ).
-
-
19:23
»
El café de Ocata
Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.
El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
Ah, pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.
El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.De Lívida Luz
-
-
0:46
»
El café de Ocata
Esto venía a cuento de una directiva de IBM que acababa de decir que las competencias caducan a los 5 años y yo pensaba en qué sería de mí si caducasen tan pronto mis competencias para hacer paellas, croquetas y tortillas de patatas.
Obviamente, hay obsolescencias, pero eso no significa que un día nos despertemos sin saber hacer nada de nada porque todas nuestras competencias se hayan quedado inservibles.
El ser humano es complejo, aprende, se desarrolla y olvida a diferentes ritmos. Como ya he dicho alguna vez por aquí, somos un frente amplio en el que hay vanguardia y retaguardia, guerras de guerrillas, trincheras, negociaciones, etc.
Respondiendo a los que aseguran una y otra vez, desde hace 50 años, que los alumnos que ahora están estudiando se verán obligados en un futuro próximo a resolver problemas nuevos con herramientas que hoy no nos podemos ni imaginar, dije que en mi pueblo eso lo viene haciendo todo el mundo con normalidad. No hay trabajo que no se haya modificado radicalmente y no hay persona que no utilice tecnologías inimaginables hace 20 años. La pregunta importante, entonces, es esta: ¿Cómo han podido ir adaptándose a los cambios del presente si la escuela no se lo enseñó? La respuesta es obvia: porque la escuela les proporcionó algo más importante: una cultura común, que es la cultura en la que nos relacionamos unos con otros y todos con los especialistas y que nos permite ir aprendiendo de la experiencia ajena, a la que Platón, por cierto, dio el nombre de "autophíes", algo así como "autogenerada".
Si queremos potenciar este aprendizaje autogenerado, lo primero que hay que hacer es fortalecer la cultura común, es decir, la cultura general.
-
-
5:28
»
El café de Ocata
En los últimos días he hablado en la Universidad de Alicante sobre innovación, he abierto un congreso de periodistas culturales en Santander, con una ponencia sobre videojuegos, he tomado la palabra en Zaragoza en una institución financiera para defender la importancia de convertir el error del alumno en una ocasión de aprendizaje y, por último, he participado en la Feria de Madrid en una mesa redonda con personas del mundo de la empresa, de la OIT y del Ministerio de Trabajo discutiendo sobre el futuro de la educación y del trabajo.
En cada caso pido que se me presente como maestro, que es lo que soy. No lo hago por humildad, sino por orgullo. Y siempre noto como una reticencia, mejor o peor expresada, a aceptar mi petición. Habitualmente prefieren presentarme como pedagogo o filósofo o, al menos, como escritor.
Yo insisto, cada vez más, en presentarme como maestro por varios motivos. Primero, como acabo de decir, por orgullo o, si se quiere, por vanidad. Segundo, por un cierto sentimiento corporativo, pues creo que en estos momentos es importante reivindicar la dignidad de la profesión docente. Tercero, porque me gusta que inviten a un maestro de escuela a participar en ámbitos de los que habitualmente se los excluye. Cuarto, porque quiero animar a los maestros a estar al día y a intervenir, desacomplejados, en los debates públicos, asumiendo y reivindicando una cierta imagen republicana (en el sentido etimológico del término) dude nuestro oficio.
-
-
15:12
»
El café de Ocata
Del último
informe de la OCDE sobre la innovación pedagógica extraigo unos cuantos gráficos que me parecen relevantes por lo que dan que pensar:
¿Está cayendo en España el uso del ordenador en las aulas?(España: 5º por la izquierda).
La memoria: conviene memorizar este gráfico:(España 8º izquierda)
Los datos sobre lectoescritura en España me generan más de un interrogante. Este gráfico es claramente positivo y nos anima a ser optimistas (4º derecha):
Y este también (aunque el aprendizaje de nuevo vocabulario exige una memorización del mismo) (12º derecha) ):
También aquí hay motivos (aunque más moderados para ser optimistas) (12º derecha):
De nuevo, buenos datos (5º derecha):
Y aquí (6º derecha):
Pero no acabo de ver cómo casan los buenos datos anteriores con este otro (centro):
Otra vez datos para el optimismo (6º derecha):
Y, de nuevo, datos para la perplejidad (centro):
Aquí la perplejidad me deja en fuera de juego (3º izquierda):
Y aquí (7º izquierda):
Pero. no nos desmoralicemos (13º derecha):
¿O sí? (7º izquierda)
¿O no? (12º derecha)
En resumen: tengo que meditar bien todo esto. Se agradece cualquier orientación.
-
11:16
»
El café de Ocata
El informe de la OCDE sobre innovación pedagógica trae algunas sorpresas interesantes. Por ejemplo, con respecto a los deberes, considera que lo innovador no es suprimirlos, sino discutirlos y corregirlos en clase, que es lo que han hecho siempre los buenos profesores.
Tampoco considera que la memorización esté desfasada. Al contrario, la memorización de reglas, procedimientos y hechos en matemáticas y en ciencias va en aumento (en primaria, del 22 al 43%). Y eso es lo que el informe muestra como innovador.
Más cosas:
- El uso de ordenadores en las aulas (no en la vida de los alumnos) está en ligero retroceso. En Japón el retroceso es considerable.
- Muchos presupuestos sobre la incidencia de la innovación en la calidad del aprendizaje aún deben ser demostrados.
- La innovación parece ofrecer mejores resultados en primaria que en secundaria. En secundaria, los países más innovadores no han mejorado ni sus resultados en matemáticas ni el clima escolar en las aulas.
- La innovación debe ser fomentada cuando sus beneficios son mayores que sus costes.
-
-
20:11
»
El café de Ocata
-
-
23:42
»
El café de Ocata
-
11:15
»
El café de Ocata
-
-
20:54
»
El café de Ocata
Pasé la mar cuando creyó mi engaño
que en él mi antiguo fuego se templara;
mudé mi natural porque mudara
naturaleza el uso, y curso el daño.
En otro cielo, en otro reino extraño,
mis trabajos se vieron en mi cara,
hallando, aunque otra edad tanta pasara,
incierto el bien y cierto el desengaño:
el mismo amor me abrasa y atormenta
y de razón y libertad me priva.
¿Por qué os quejáis del alma que le cuenta?
¿Que no escriba, decís, o que no viva?
Haced vos con mi amor que yo no sienta
que yo haré con mi pluma que no escriba.
-
-
9:14
»
El café de Ocata
Aseguraba Platón que existe una “una antigua querella” entre la política y la poesía cuyo campo de batalla es el alma del ciudadano y, más en concreto, esa parte del alma sensible al encanto de los versos, a la que caracteriza por los siguientes rasgos: es receptiva a la novedad; está siempre en tensión consigo misma y ama la diversidad y variedad. Es una paleta de colores entremezclados que aspira a ser pintura o, si se quiere, es algo informe que aspira a la salud de la forma. Platón la llama “tò aganaktêtikón”, que podemos traducir por “lo emocional”.Cualquier alumno de bachillerato sabía -no me atrevo a utilizar hoy el presente de indicativo- que, en la República, Platón divide el alma en tres partes: la que desea cosas, la que desea honores y la que desea sabiduría. El funcionamiento armónico de las tres sería la justicia. Pero esta no es la última palabra de Platón sobre la justicia, ya que, si lo emocional es una parte más del alma, las cosas se complican.¿Cómo se armonizan la emoción y la justicia?Esta es la pregunta que he tenido continuamente presente mientras leía El verdadero amante, el último ensayo de José María Marco.Lope no sólo es el poeta del amor “pródigo en lengua”. Es, sobre todo, el poeta de la tensión anímica, el poeta anímicamente enrevesado que busca una forma justa de sí a la que pueda mirar con orgullo, sin vergüenza ni temor.Si no hay política sin cuerpos, ni hay cuerpos humanos sin política, nada de extraño tiene que toda política pretenda, en última instancia, domesticar el deseo, ya que éste, abandonado a su propia inercia, tiende a creer que “lo que es mi gusto /solamente es justo”. Foucault, amigos, es sólo un epígono de Lope. Y no el más espabilado. Se le escapó algo fundamental: que la manera que las sociedades han hallado de rebajar la tensión a que las somete la constante presión sobre el deseo, es la comedia. Los grandes autores de comedias han sabido muy bien que el deseo es el animal que ingenuamente creemos que es más de nuestra especie.Porque somos políticos, en lugar de desembridar el deseo, hacemos literatura erótica, que es una manera bastante eficaz de firmar una tregua precaria, pero necesaria, con nuestros impulsos sexuales. La poesía introduce pausas donde la ley pretende introducir hábitos. Sólo pueden ser pausas, porque a todos, en un momento u otro, en lugar de un endecasílabo, se nos escapa un gemido.San Agustín sostiene que no hay mayor pecador que el hombre incapaz de amar. Su pecado es vivir “incurvatus in se”, como un erizo, pretendiendo vanamente hallarse a sí mismo sin la intermediación del otro (o del Otro).Lope, el gran amante, a veces pretende ser erizo. Se recluye en sí mismo y abre los ojos. Pero lo que ve no es más que penumbra y desconcierto: “todo me hacía contradicción”. Así se nos confiesa en uno de sus sonetos sacros: “Entro en mí mismo para verme, y dentro, / hallo, ¡hay de mí!, con la razón postrada, / una loca república alterada, / tanto que apenas los umbrales entro”. Es tan incapaz de dotar autónomamente a su alma de forma que se ve obligado a reconocer que “de mi mismo se burla mi cuidado”.Las emociones no pueden verse a sí mismas más que como sombras en un teatro vacío.Lope sólo se ve a sí mismo conformado cuando descubre gozosamente su imagen en la pupila de la persona a la que ama. ¡Qué versos encendidos de agradecimiento dedica a sus amantes! En Lope la mirada erótica es clarividente: encuentra en lo que la emociona la posibilidad de dar forma satisfactoria a lo emocional.Lope nos enseña, una y otra vez, que la parte emotiva del alma, aunque es de por sí agreste, se rinde fácilmente a la sugestión de la belleza, cosa que conocen muy bien los buenos poetas, los buenos políticos y los buenos sofistas. La belleza es el elemento que une la emoción (la parte del alma que desea una forma satisfactoria de sí misma) y la justicia.No sé si José María Marco y yo vemos lo mismo en Lope, pero eso importa mucho menos que nuestro común interés en mantenerlo vivo. Mantener vivo a Lope es mantener viva la transmisión de la grandeza que nos engrandece. El pasado, como sabemos bien los conservadores, nunca es un preludio.Y, por cierto, la República de Platón es una historia de amor escrita por un poeta con alergia a la cicuta.
-
-
4:52
»
El café de Ocata
Delivered in Latin by Stephen Hammer
(English translation)
Given in the Academic Assembly of Princeton
In New Jersey on the Second of June
In the Year 2009
In the 262nd Academic Year
My fellow students and dear friends:
I salute you all. President Tilghman, for your prodigious service, I salute you. Trustees, who diligently preserve this university and its lofty traditions, I salute you. Faculty, by whose labor we have been taught, I salute you. Finally, parents, I salute you. For without your love and long-suffering we would not be able to be here today. We, the students of Princeton, give thanks to you all.
Under an archway of McCosh Hall an inscription reads, “Here we were taught by men and gothic towers democracy and faith and righteousness and love of unseen things that do not die.” Indeed, here, we learned democracy -- to walk in the shadow of an unbroken line of men who laid down their lives for our country. Here, we learned faith -- to accept that grace that conquers evil. Here, we learned righteousness -- the dearest prize that no man can earn. Here, we learned truth.
But if we think that we learned this truth through our own merit, we deceive ourselves. The apostle Paul wrote, “Where is the wise man? Where is the scribe? Where is the debater of this age? Has not God made foolish the wisdom of the world?” Here, people of Princeton, we did indeed learn wisdom, not by our own merits, too often sung and too loudly praised, nor by exams and theses, but by the faith in and the grace of unseen Glory. The glory of this world fades quickly, but that Glory is eternal: No lesson learned at Princeton ought to be held so dear.
With the journey having been begun, finish the race: love justice, shun vice, and exhibit integrity to the republic and compassion to all men. To all those who helped us to come this far, of ages past and present, hail and farewell.
-
-
23:32
»
El café de Ocata
Lean, si no, estos versos de la égloga tercera, que hablan de una ninfa degollada:
En la hermosa tela se veían
entretejidas las silvestres diosas
salir de la espesura, y que venían
todas a la ribera presurosas,
en el semblante tristes, y traían
cestillos blancos de purpúreas rosas,
las cuales esparciendo derramaban
sobre una ninfa muerta, que lloraban,
Todas con el cabello desparcido
lloraban una ninfa delicada,
cuya vida mostraba que había sido
antes de tiempo y casi en flor cortada.
Cerca del agua en el lugar florido,
estaba entre las hierbas degollada,
cual queda el blanco cisne cuando pierde
la dulce vida entre la hierba verde.
-
-
21:50
»
El café de Ocata
AQUÍYo llegué a Palacio demasiado pronto, porque el hombre protocolariamente propone y Dios a su altísimo antojo dispone.
Me había propuesto ir andando desde la estación de Atocha y así llegar estrictamente puntual; es decir, no demasiado pronto, porque tarde, nunca. Pero llovía consistentemente y dada mi reiterada desavenencia con la verticalidad y que tampoco parecía aconsejable llegar empapado, cogí un taxi. En la Plaza de Oriente, como era de prever, también llovía, ¿y qué podía hacer, pobre de mí, sino llamar a la puerta y correr el riesgo de expone mi soledad ante la historia en las grandes salas de columnas?
En realidad me hubiese gustado disponer de tiempo y discreción para visitar las habitaciones privadas de Isabel II. Hubiera estado bien escabullirse a cuatro patas y recorrer como un niño curioso los rincones de la intimidad histórica, pero me tuve que conformar con la contemplación de los tapices mientras un académico protestaba de la alfombra, demasiado nueva para su gusto. Menos mal que pronto llegaron caras conocidas y cordiales y pude abandonar la forzada teoría de las paredes y la proximidad, que no compañía, del señor académico, tan cascarrabias.
Una cosa es entrar en un palacio como turista en visita guiada y otra muy distinta acudir de invitado al Palacio Real de Madrid. Esto, lejos de tranquilizarme, hacía despertar, intranquilo, al niño de pueblo que siempre llevo conmigo. Pero todo fue fácil. Casi diría que familiar. Aunque la historia vibraba en los bordes de las copas, los fantasmas del pasado andaban sutiles y cordiales por el aire, facilitando encuentros y animando conversaciones.
(¿Seguirá?)
-
-
14:54
»
El café de Ocata
Abro el 5º Congreso de Periodismo Cultural, dedicado a los videojuegos, con la ponencia "Formas de perseguir una ballena blanca". Seré presentado por Sergio Vila-SanJuan. El 15 de mayo a las 19.30h. en el Centro Botín.
-
-
16:13
»
El café de Ocata
El programa completo
AQUÍParticipo en este congreso con una conferencia titulada: "Formas de perseguir una ballena blanca"
-
15:30
»
El café de Ocata
"Cuando los mitilenios dominaban el mar, impusieron este castigo a los aliados que hacían defección: que sus hijos no aprendieran las letras y no les enseñaran música, pensando que el más duro de los castigos era vivir privado de las artes y del conocimiento.
Eliano, Historias curiosas 7.15
-
6:47
»
El café de Ocata
Asegura Roland Jaccard en
La tentation nihiliste que existe una Sociedad Internacional de gente aburrida, con 700 miembros, cuyo presidente dice que lleva una vida aburrida, come cosas aburridas, practica un deporte aburrido -los bolos- y pasa sus aburridas tardes en casa. Su grito de guerra es: "El entusiasmo pasa, pero el aburrimiento se queda. Para entrar a esta sociedad es necesario hacerse partidario de una filosofía del "¿y qué más da?" y estar siempre dispuesto a tumbarse a la sombra de cualquier tópico fácil.
El prólogo de la segunda edición de este libro, de 1995, que es la que yo tengo, comienza así: "Nunca he leído un libro tan deprimente como
La tentation nihiliste. Sucede que yo soy el autor." Y acaba así: "En contra de lo esperado, el nihilismo es una garantía de longevidad".
En medio se pueden hallar cosas como éstas:
"La aspiración a salvar el mundo, síntoma mórbido por excelencia, se acompaña inevitablemente de la rabia por destruirlo"
"El espectáculo [del mundo] debe continuar con sus mismos actores amnésicos representando la misma comedia de la felicidad, recitando las mismas tonterías ante la misma sala somnolienta"
"Hay dos tipos de matrimonios. Aquellos en los que la novia se da cuenta de que se ha equivocado de hombre caminando hacia el altar, y aquellos en los que se da cuenta de lo mismo al volver del altar".
"Es porque uno ha creído entrever la eternidad en la mirada de la mujer deseada por lo que se despierta cada mañana en el lecho de Procusto: amputado de sus sueños, pero ajustado a las dimensiones de la realidad."
A finales del siglo XIX aparecieron los clubes de suicidas. Estos clubes, muy selectos, se pusieron de moda en las grandes capitales europeas. Para entrar a la eternidad sin escándalo, había que suicidarse debida y libremente. Y ambas cosas eran proporcionadas por asociaciones, que se asemejan a las sociedades secretas. Para participar en el club había que ofrecer pruebas de una resolución decidida a morir. Una vez admitido, el novato se enteraba de que el día de su suicidio se determinaba de la siguiente manera: se organizaba una partida de cartas en la que el ganador perdía la vida. Por supuesto, el afortunado recibía de los otros miembros del club muestras de la más sentida enhorabuena. Se daba una gran fiesta y cuando el elegido abandonaba el club sufría un accidente organizado por sus amigos...
Todo lo anterior se encuentra en las páginas de este libro y, sin embargo, a mí me da la sensación de que Jaccard es un ameno
bon vivant que usa el nihilismo como pose estética. No sé si un nihisla genuino se detendría a contarnos lo siguiente: "Cuando Oscar Wilde, después de haberse entregado con placer a ese extraño y peligroso juego al que los ingleses se refieren como 'courting disaster', fue arrestado por la policía, una muchedumbre se reunió ante su casa y, conforme pasaba, le gritaba. Sin embargo un hombre se descubrió y respetuosamente se inclinó. Wilde le dijo: 'Señor, hay personas que por menos que esto han entrado en el paraíso'"
-
-
21:47
»
El café de Ocata
Bette Davis. en "All About Eve", 1950
-
17:02
»
El café de Ocata
-
-
10:58
»
El café de Ocata
Astorga tiene una catedral magnífica, cincelada con la dorada piedra maragata, que refleja con tanto cariño la luz que recibe del cielo. No le hace ningún favor la proximidad de una mona de Pascua que lleva la firma de Gaudí, prueba de que también los genios pueden rendirse incondicionalmente a sus días más cursis, pero intenta permanecer impasible ante esta influencia. Lo primero que me retuvo fue la entrada, y en ella, a la derecha, esta imagen que me persigue desde hace tiempo pero que por primera vez veía esculpida:
Hace pocos días, el Jueves Santo, aparecía en El Subjetivo un artículo mío dedicado a esta escena:
El logos inauditoAl reencontrarme con ella, me alegré, de nuevo, del don gratito del azar amigo, que es el mejor compañero de ruta.
-
-
20:22
»
El café de Ocata
En The Objective
[https:]
-
-
1:56
»
El café de Ocata
Efectivamente, este es un test para la reflexión pedagógica. Les aconsejo su lectura pausada:
1. ¿Cómo es que el discurso pedagógico es capaz de soportar tantas toneladas de bullshit sin enrojecerse?
2. ¿Por qué el narcisismo pedagógico tiene que alimentarse de este maniqueísmo tan zafio?
3. ¿Qué motivos hay para oponer la repetición a la investigación, la disciplina a la libertad, la competición a la cooperación, las respuestas a las preguntas, la normalización a la diversificación?
4. ¿Hay búsquedas sin estudio y experimentación sin examen? ¿Está la responsabilidad reñida con el reconocimiento de la jerarquía? ¿Cuando se trabaja en equipo no importa el producto final? ¿Las respuestas honestas no abren más preguntas?
5. ¿El humanismo no era una competencia del Renacimiento?
-
-
9:01
»
El café de Ocata
-
-
19:37
»
El café de Ocata
1. Cuando le preguntaron a Aristóteles qué era lo más difícil en la vida, dijo: "callarse".
2. Cuando a Demóstenes le preguntaron cuál es la mejor arma, contestó: “La palabra”.
3. Filoxeno decía que los oídos de la gente se echan a perder por culpa de su lengua, porque antes de escuchar bien, se empeñan en rebatir lo que no han oído.
4. Crates el cínico acostumbraba a decir que más vale dar un patinazo con el pie que con la lengua.
5. Pítacos le preguntó a Bias: "¿Qué es lo más difícil en la vida?" Cuando le contestó “Conocerse a uno mismo", preguntó de nuevo: "¿Y qué es lo más fácil?" Bias le respondió: "Criticar a los demás".
6. Cuando le preguntaron a Aristipo qué había sacado en limpio de la filosofía, contestó: "Ser capaz de charlar gratamente con la gente que me encuentro.”
-
14:34
»
El café de Ocata
-
12:14
»
El café de Ocata
Más de un buen amigo progre me ha escrito echándome en cara, con más o menos amabilidad, que intente recuperar en
La imaginación conservadora a pensadores como Maeztu o Vázquez de Mella. Siempre suelo contestar lo mismo. Lo que intento recuperar es la transmisión, con sus luces y sombras. Por otra parte, si Marcelino Domingo era capaz de dialogar con Vázquez de Mella, ¿por qué me tengo que reprimir yo? Y si Antonio Machado escribía cartas como la que siguen a Maeztu, ¿por qué no tengo que escribir yo sobre esta correspondencia? De hecho es este diálogo el que me interesa transmitir por encima de cualquier otra cosa. Ya sé que no tendré éxito. No hay manera de convencer a los prejuiciosos de que, por ejemplo, Menéndez Pelayo, era más complejo de lo que ellos afirman dogmáticamente. Pero me queda el consuelo de cartas como esta:
-
-
9:49
»
El café de Ocata
-
2:59
»
El café de Ocata
En 1958, exasperado por la jerga que infectaba las ciencias sociales, el sociólogo Daniel Bell escribió, con intención de ridiculizarla, un pequeño ensayo titulado "Los parámetros de los movimientos sociales: un paradigma formal."
Comenzaba asegurando que pretendía presentar una dicotomización taxonómica que podría permitir comparaciones unilineales. De esta manera se podría aspirar a distinguir las variables relevantes que determinan las especificidades funciones de los movimientos sociales. “Cualquier esquema clasificatorio -añadía-, es, esencialmente, una respuesta a otro esquema implícito. En este caso, es un intento de responder a las diversas teorías hylozoicas que niegan que las categorías sociales puedan ser separadas”.
Bell dividió los movimientos sociales en dos tipos: homólogos y metónimos.
Los movimientos homólogos se distinguen por las variables que consideran, que pueden ser estructurales (monocotiledóneos y dicotiledóneos), matriciales (ultramontanos y antinómicos) o de proceso (sincretista y diastrófico).
Los movimientos metónimos, en cambio, están marcados por las definiciones de sus objetivos (trascendental o escatológico), una matriz de cambio que puede ser quietista o quiliástica (esta última, a su vez, puede ser sectaria o lacrimosa) y un modo de cambio que es inmanente o informado por kairos (diástais).
Bell aseguraba que envió el ensayo "a dos amigos sociológicos, que creí que podrían apreciar su intención". Uno le envió una carta seria discutiendo algunas de las categorías; mientras que el otro, sin saber si se trataba o no de una parodia, escribió: Usted es un sociólogo demasiado bueno como para no haber creado algo que, en sí mismo, es bastante útil".
(En Dwight Macdonald, Parodias, 1960.)
-
-
9:53
»
El café de Ocata
-
7:53
»
El café de Ocata
“Ha venido a dar a mis manos la nueva edición de la Historia de los Heterodoxos Españoles, de mi venerado maestro Menéndez y Pelayo, y cuyo sétimo y último volumen acaba de aparecer. ¡Y qué de actualidad! Porque parece de hoy la quijotesca batalla que don Marcelino libró hace más de medio siglo contra los campeones de la revolución liberal de España.
(…)
En otro pasaje dice de Feijóo don Marcelino que fue “filósofo” sin duda, aunque no de la generosa madera de Santo Tomás, de Suárez o de Leibnitz, sino con esa filosofía sincrética y errabunda, a cuyos devotos se llama hoy “pensadores”... ¿Y él, don Marcelino? Él, el periodista que compaginaba en robustos volúmenes hojas volantes, pensador —o investigador más bien— sincrético y errabundo más que filósofo. Benedetto Croce ha visto muy bien que le faltó filosofía. Y yo, que fui su discípulo directo —y hasta oficial—, que le quería y le admiraba, tengo motivos para creer que la honda filosofía, la contemplación del misterio del destino humano, le amedrentó, y que buscó en la erudita investigación una especie de opio, un anestésico, un nepente, que le distrajera. No se atrevió a mirarle ojos a ojos humanos a la Esfinge, y se puso a examinarle las garras leoninas y las alas aguileñas, hasta a contarle las cerdas de la cola bovina con que se sacude las moscas de Belzebú. Le aterraba el misterio. Y por esto él, que tan hondamente sintió a Lope de Vega, no llegó a penetrar en todo el trágico sentido de Calderón, el de “la vida es sueño”. Y es que temía que este sueño le quitase el sueño.
Unamuno, “Don Marcelino y la Esfinge”, en El Sol (Madrid), 10 de mayo de 1932.
-
-
10:19
»
El café de Ocata
-
6:25
»
El café de Ocata
Je vous salue, Marie, pleine de grâce;
Le Seigneur est avec vous;
Vous êtes bénie entre toutes les femmes;
Et Jésus, le fruit de vos entrailles, est béni.
Sainte Marie, Mère de Dieu,
Priez pour nous, pauvres pécheurs
Maintenant et à l’heure de notre mort.
Amen.
-
-
16:06
»
El café de Ocata
He terminado de leer las notas que Ginés Alberola escribió sobre su venerado Emilio Castelar, de quien fue durante años su secretario personal (Emilio Castelar. Memorias de un secretario). He de decir que la lectura ha estado empañada por el zumbido de un moscón morboso que no me ha dejado en paz ni aun después de concluida.
Me explico.
Aquilino Duque cuenta en Mano en Candela que en una ocasión Camilo José Cela y Fernando Quiñones, paseando por la ciudad de Cadiz, fueron a parar a la plaza de la Candelaria, donde toparon con la estatua de Castelar. "Al llegar ambos ante el monumento, comentó Camilo, según Quiñones: Ahí donde lo ves, le quitó un amante a mi tía la Pardo Bazán."
La vida de Castelar, leída desde las posibilidades interpretativas que brinda esta anécdota -que, sin embargo no creo que Duque pueda garantizar, conociendo a Cela, que recoja fielmente la verdad de los hechos-, se tiñe con un color más rosado, lo cual, obviamente, no le resta nada a su dimensión política, pero sí da otro posible significado a algunas anécdotas, aunque no sea el caso de la siguiente.
Alberola relata con su habitual vehemencia, que al finalizar Castelar una de sus clases en la universidad, mientras recogía sus libros y apuntes, se presentó ante él, súbitamente, "un hombre escuálido, larguirucho, de rostro atezado, con bigotes negros ... y unos ojos fulgurantes que en vez de mirar despedían rayos."
Castelar le pregunto qué deseaba y el recién llegado se lo aclaró sin alterarse:
- Nada en particular, señor Castelar. No se asuste. Vengo desde América exclusivamente a proponerle a usted un desafío. Yo necesito hacerme célebre y no veo medio mejor que, en noble lid, cruzar con usted unos tiritos o una espada. Eso lo dejo a su elección.
- ¡Pero buen hombre -le contestó Castelar- , si yo no le he inferido , ni usted a mí, ninguna ofensa!
- No importa -replicó el otro.
Castelar comenzó a gritar pidiendo auxilio. El visitante sacó del bastón que llevaba un estoque y persiguió al prohombre hispano entre mesas y sillas. La persecución sólo acabó con la llegada del bedel.
-
-
23:35
»
El café de Ocata
Comentando el fin del Bienio Progresista de Espartero, en 1856, Antonio Espina escribe en la biografía que le dedica a este magnífico militar y menos magnifico político:
"El pueblo, aburrido ya de estériles revueltas, contempló con indiferencia el desesperado esfuerzo del grupo de milicianos y paisanaje que, a las órdenes del viejo torero, recibía a tiros, detrás de la última barricada liberal, a las tropas del gobierno."
El "viejo torero" era José Muñoz, "Pucheta", que -añade Espina- "fue muerto a bayonetazos en las afueras de la Puerta de Toledo."
La muerte de Pucheta tuvo lugar el 16 de julio de 1856. Tenía 38 años. No cayó hasta que, siendo el último superviviente de la barricada, se quedó sin municiones.
Pucheta formó parte de una comisión de toreros amotinados que dos años antes habían sido recibidos Isabel II. La reina los escuchó atentamente. Casi puedo imaginármela, observándolos con sus ojos azules, luminosos, desde esa distancia irónica que dominaba tan bien. Cuando Pucheta acabó su discurso, le objetó que las leyes le impedían acceder a sus peticiones.
- Señora -le contestó Pucheta-, todo eso es ...pura mierda. Ni leyes ni historia. Aquí quien mandamos somos nosotros y se hará lo que digamos".
- Todo eso -la le contentó la reina- me parece muy bien, pero arrímese a los toros con más frecuencia y acertará mejor a comprender lo que es la justicia bien administrada.
No me parece mala respuesta. En absoluto.
-
-
23:27
»
El café de Ocata
Ayer acabé
Memoria, ficción y poesía, de Aquilino Duque, y me quedé con ganas de más. Como no tenía otro Duque a mano, anduve escarabajeando entre Zambrano y Ortega, sin poder concentrarme en ninguno de los dos y, finalmente, cansado, me fui a la cama.
Esta mañana me ha sorprendido la cartera trayéndome un libro pequeño que, inicialmente, he supuesto que sería de alguna de alguna editorial amiga o de algún amigo escritor, pero al abrirlo me he encontrado con queAquilino Duque me enviaba repuestos. He comenzado a leer
Mano en candela inmediatamente y ya no he podido abandonarlo. ¡Qué prosa! Este es un libro de pura literatura, un festín narrativo, una fiesta, un viaje que te va adentrando más que en un mundo, en una música, en un ritmo, en una sintaxis, en una cadencia. ¡Este es un libro andaluz, luminoso, fresco, y muy divertido!
Gracias, Aquilino.
-
-
20:12
»
El café de Ocata
He llegado a casa con ganas de silencio, tranquilidad, Plaza de Ocata y, sobre todo, de lecturas.
Nada más llegar me eché con voracidad sobre un libro que me esperaba desde hace un par de meses,
Semblanzas políticas, de Alfredo Opisso (1908), que recoge de manera sucinta y divertida algunos rasgos característicos de relevantes personajes de nuestro siglo XIX (que, dicho sea de paso, más me parece que se asemeja al XXI). Del rico y muy variado surtido de anécdotas, extraigo estas cuatro:
IEn 1860 se fundó en Madrid el periódico
El Contenporáneo, en cuya redacción se encontraban Valera, Bécquer, Ramón Rodríguez Correa y otras excelentes plumas. El periódico la tomó contra el ministro de Gracia y Justicia, don Santiago Fernández Negrete, acusándolo, sin razón, de empinar el codo con exceso. Cansado de tanta "fake news", Negrete llamó a Correa, le demostró que sólo bebía agua y le solicitó una rectificación. El periodista le contestó: "Yo no rectifico. Rectifique Usted bebiendo vino."
IICándido Nocedal dejó en una ocasión callado a Cánovas en plenas Cortes, al demostrarle que había falseado una cita de fray Prudencio de Sandoval (y eso sin poder consultar en Internet).
IIIDice Alfredo Opisso de Ríos Rosas que era “de profesión disidente” y para confirmarlo, un poco más adelante cuenta que “fue nombrado embajador de España en Roma. No había, sin embargo, de permanecer mucho tiempo sin disentir.”
⥎
A Aquilino Duque lo conocí hace pocos días en Sevilla y me dejó sorprendido por su amabilidad y memoria, que guarda, muy frescas, multitud de anécdotas de diferentes personajes, sobre todo del mundo de la letras de la segunda mitad del siglo XX.
Al llegar a casa me he encontrado con que Aquilino me ha enviado su último libro, que casi estoy subrayando por completo.
Ahí van algunos chascarrillos:
IDon Miguel de Unamuno llevaba siempre en su cartera el soneto de Gerardo Diego al Ciprés de Silos y de vez en cuando lo sacaba para leérselo a sus oyentes. En una ocasión, uno de éstas, don Américo Castro, dijo por todo comentario:-¡Bah! ¡No es Goethe!Replicó don Miguel:-¡Ni usté Mommsen!
II“Dionisio [Ridruejo] le dijo a Muñoz Grandes, que lucía uniforme de general alemán con pantalón de raya roja: ‘Mi general, ustedes los héroes serán en la historia lo que digamos los poetas.’”
La escena tuvo lugar en el transcurso de un almuerzo en la embajada de España en Berlín, el 22 de agosto de 1941. A Muñoz Grandes no le hicieron ninguna gracia las palabras de Ridruejo (que no hacen sino repetir lo que ya nos dijo Platón en la
República). El embajador resolvió la situación con un brindis “¡Por la entrada en Moscú!”
III“Un día en Roma [...] coincidieron [...] Dionisio Ridruejo y María Zambrano [...] y María dijo que para que las heridas de España se cerrasen, todos los españoles, de uno y otro bando, habrían de ponerse de rodillas.”
IV“Calvo Serer nos desaconsejaba los libros de Ortega porque se podían leer en el tranvía. En cambio, a Xavier Zubiri nadie le discute el título [de filósofo], pues por algo decía su suegro, don Américo Castro, que tenía la habilidad de añadir oscuridad a las tinieblas.”
-
-
23:03
»
El café de Ocata
IVuelvo a casa con hambre de hábitos y rutinas: de despertarme en mi cama, de encontrar mis zapatillas en su sitio, de sentarme en mi silla de trabajo y ver allá en frente un trozo de mar, de leer en mi rincón de leer, de recuperar el sabor del café-café de la Plaza de Ocata, de sentir en la piel el sol del Mediterráneo, de los paseos por la playa, de los saludos por la calle a la gente de siempre... Vuelvo a casa con la voluntad de pasar unos días haciendo lo mínimo posible. Por cierto, hoy mi mujer me ha llevado al cine, a ver
The mule, del grandísimo Clint Eastwood. Cine. Cine
tout court. ¡Y cómo se agradece!
IIVuelvo a casa y me encuentro con inquilinos inesperados: Un mirlo ha puesto su nido en un rincón de nuestro pequeño jardín obligándonos a todos a movernos con sigilo. Estamos todos expectantes, comenzando por mis nietos. ¿Hay otra manera mejor de afirmar la primavera?
IIIVuelvo a casa y me comunican que en el
Diario de Navarra aparece esta columna de Pedro Charro Ayestarán hablando de L
a Imaginación Conservadora.
IVVuelvo a casa y descubro que
Gregorio Luri és konzervatív képzelet. ¡Casi nada!
-
-
7:17
»
El café de Ocata
-
-
19:38
»
El café de Ocata
... le compré este exvoto a un anticuario de Puebla y lo tengo aquí, a mi izquierda, en la estantería, junto a Fray Luis de Granada:
Cuete: BorracheraChorrillo: Cagalera.
-
-
20:06
»
El café de Ocata
-
-
18:54
»
El café de Ocata
Mi peregrinación personal por la iconografía de Nuestra Señora de la Lectura Lenta me ha llevado a Sevilla y, por lo tanto, a la
calle de la Virgen de los Buenos Libros, que hace esquina, como descubrí allí mismo, con la calle Cisneros, un azar, sin duda, muy acertado.
De allí el camino me ha conducido (porque en esta peregrinación el camino es la meta) hasta Triana... Recuerden ustedes que estamos a las puertas de abril y que esto es Sevilla.
En Triana me esperaba, en la iglesia de Santa Ana, este retablo de Alejo Fernández (1520), una obra excepcional a la que la foto no le hace justicia, y que pone de manifiesto a la vez la influencia de flamencos e italianos en los artistas sevillanos de la época y la extensión de esta iconografía por Europa.
He dejado atrás Triana por el puente de San Telmo y me he acercado a San Salvador. Si han tenido la suerte de recorrer su sobrecogedor interior, ya sabrán ustedes que éste es un templo que te obliga a caminar de puntillas y mirando hacia arriba, porque en él se experimenta un irresistible empuje ascensional. Allí me esperaba esta anunciación de Pedro Duque Cornejo (primera mitad del XVIII) y el Retablo de Santa Ana,
que muestra a Santa Ana enseñando a leer a la Virgen. El autor es José Montes de Oca, que lo talló en 1714. Ya me he encontrado varias veces con la imagen de Santa Ana como maestra, pero este caso el encuentro es doblemente emotivo; en primer lugar, por la singularidad de la obra y, en segundo lugar, porque con ella se pretendió impulsar una campaña de alfabetización promovida en aquellos años por las Academias.
Seguiré caminando.
-
-
21:26
»
El café de Ocata
-
-
17:54
»
El café de Ocata
Ayer participé en una magnífica comida en un magnífico restaurante de Puebla con una magnífica compañía. Estaba presente el Nuncio apostólico. No entendí nada de lo que se habló. Estaba sumido en uno de mis episodios de acúfenos y más sordo que un tapial. Así que me limitaba a decir que sí a todo. A veces, cuando veo las caras con las que aquellos que pretenden ser mis interlocutores reaccionan a mis síes, me pregunto qué demonios me habrán preguntado.
-
-
0:42
»
El café de Ocata
Los mexicanos tienen razón: hay que agradecerle al cielo lo divino y lo humano. Aquí tienen ustedes una muestra de la religión popular mexicana que he descubierto esta mañana por casualidad y me ha tenido entretenido -muy entretenido- durante horas.
Tupir: Atacar, agredir.Petatear: Morirse.
Calzonear: Defecar.
La pulcata es la pulquería, donde se bebe el pulque. No por casualidad hay una pulquería en la Ciudad de México que se llama "Los duelistas".
Una chichi: Un pecho.
Gallo: Serenata.
Tupir: Atacar, agredir.Coscolino: Mujeriego.
Cates: Golpes.
Coscolino: Mujeriego
Se le quitó lo menso: Dejó de ser objeto de burla.
Tupir: Atacar, agredirPetatear: morirse
-
-
22:50
»
El café de Ocata
Uno cree que viaja al otro extremo del mundo y resulta que el mundo se ha encogido tanto que todo está a la vuelta de la esquina. Veía en el mapa el nombre de Huamantla, en el estado mexicano de Tlaxcala y sólo encontraba una eufonía que explotaba en chasquidos en mi boca al pronunciarlo. Es decir, algo exótico y atractivo, pero enigmático. Pues bien, resulta que Huamantla, en Tlaxcala, es una ciudad que, en cierta forma, quiere ser Pamplona. Y no sólo eso. Me encontré con varias personas que han estado en Pamplona.
El viaje de ida y vuelta fue magnífico. Muy buena y muy filosófica compañía. La ida la hicimos a la sombra de La Malinche, que se erguía a nuestra izquierda, majestuosa y, al menos para un español, acogedora. A la vuelta ya era de noche y se nos pasaron los quilómetros sin darnos cuenta, discutiendo sobre si Gadamer había entendido bien la "phrónesis" aristotélica. ¡Ya ven ustedes, qué cosas! El veredicto fue unánime: No.
La primera sorpresa vino cuando, tras la pantagruélica comida, pedí un tequila y me lo sirvieron así. Y entonces até cabos: aquel señor de la mesa de al lado con coleta debía ser torero y la cantidad de símbolos taurinos que nos rodeaban no era un mero adorno. Estábamos en un pueblo apasionadamente taurino. Tan taurino, que tienen su propio encierro, la "huamantlada". Se llama así porque, por vete a saber qué razón, suponen que el encierro de Pamplona se llama "pamplonada". Lean ustedes:
Esta calle viene a ser La estafeta de Huamantla:
La primera plaza de toros de Huamantla se construyó en 1870 y era rectangular. En 1910 la modificaron para darle la forma circular habitual. Fue entonces cuando la bautizaron como "La Taurina" En el año 2000 ampliaron el foro, que tiene cabida para seis mil espectadores. Pueden ver la carpa desmontable. No intenta dar sombra, sino proteger a los aficionados de la lluvia. En julio y agosto celebran la feria de Huamantla y el 18 de octubre, el aniversario de la fundación de la ciudad. Hay también una escuela de tauromaquia dirigida, como descubrí al verlo, por el torero que comía a nuestro lado.
Las comidas siguen siendo excelsas. Y, siempre dejándome llevar por los nombres, hoy he probado un postre con un nombre sugerente: "Dedo de novia":
Respecto al volcán, mi tocayo Don Goyo... la gente intenta tranquilizarme. Xavier Guzmán me cuenta desde la Ciudad de México que Popocatépetl quiere decir "montaña que humea" y que si humea, no explota. Me pregunto si Don Goyo estará de acuerdo. La verdad es que AMLO, el Presidente de México, acaba de decir que la situación no es preocupante.... y eso sí que me ha preocupado.
-
12:47
»
El café de Ocata
Josep Bartolí y Frida Kahlo
En The Objective
-
-
5:08
»
El café de Ocata
Ya no tengo dudas: Dios es de Puebla. Y, por lo tanto, el demonio no puede ser de muy lejos. Así que mientras el cielo nos sorprende con este escándalo luminiscente, el aire se va cargando de un tufillo de azufre que los poblanos parece que no sienten, pero que a mí me resulta molesto. Me aconsejan que me ponga una mascarilla.
Dios es poblano porque las excelencias de esta comida sólo pueden provenir de una mente divina. Me dejo llevar por los nombres de las cosas, pidiendo, eso sí, por favor, que no piquen. Si te dicen que sólo pica un poquitín, hay que rechazar la oferta de plano: es el diablo anticipándonos el sabor del infierno.
Desde mi habitación me quedo extasiado cada tarde con las puestas de sol, que acuden puntualmente a la cita, y no defraudan. Despliegan su esplendor justo sobre el Popocatépetl o, como lo llaman por aquí, el Don Gregorio y, de forma más coloquial, el Don Goyo.
¡Qué escenografía! Sólo falta la voz de Dios diciéndonos alguna cosa esperanzada a los que vivimos bajo el volcán.
Porque existe el volcán existen esta apuestas de sol.
Mañana me llevan a Huamantla. Y aquí estoy, repasando con el dedo los caminos que llevan a topónimos imposibles.
-
-
23:14
»
El café de Ocata
Dice Platón en las Leyes que los padres son imágenes vivas de los dioses.
Pero cuando uno tiene en su casa "como un tesoro inmóvil y abatido por la edad" a su padre o a su madre, ha de saber que no hay mejores intercesores a los ojos de los dioses.
"Para el hombre bueno es una suerte que vivan sus antepasados cargados de años hasta los últimos límites de la existencia y un motivo de amarga nostalgia que desaparezcan jóvenes".